La Biblia ofrece una palabra de esperanza a todos los padres que lloran por un hijo apartado. He aquí una promesa de pacto que todo padre debe memorizar. Es aplicable tanto a los hijos que están lejos y perdidos como a aquellos que están actualmente bajo su cuidado:
La Biblia ofrece una palabra de esperanza a todos los padres que lloran por un hijo apartado. He aquí una promesa de pacto que todo padre debe memorizar. Es aplicable tanto a los hijos que están lejos y perdidos como a aquellos que están actualmente bajo su cuidado: «Ahora pues, oye, Jacob, siervo mío, y tú, Israel, a quien yo escogí. Así dice Jehová, Hacedor tuyo, y el que te formó desde el vientre, el cual te ayudará: No temas, siervo mío Jacob, y tú, Jesurún, a quien yo escogí. Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos; y brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas» (Isaías 44:1-4).
Esta palabra de promesa para Israel, es también para nosotros hoy. Sus palabras de consuelo son dadas a todos los escogidos (ver el versículo 1), quiere decir, a todos los que están en Cristo.
El Señor comienza por decirnos en los versículos 1 y 2: «Yo soy el Señor que te creó, y Yo conozco tu dolor. Te voy a ayudar ahora. No tienes que temer». La palabra Jesurún en este versículo, significa «justo». En otras palabras, Dios hace estas promesas a sus «justos», promesas gloriosas, vinculantes, de pacto. Las promesas son:
- Dios proveerá agua para saciar nuestra sed: «Yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida» (versículo 3). ¿Te ha traído el Señor Su Palabra que quita la sed? ¿Ha venido a ti en tus momentos de sequía para inundarte con Su Espíritu? ¿Estás bebiendo el agua pura de Su Palabra?
- «Mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos; y brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas» (versículos 3-4).