El No Romperá La Caña Cascada P.2

PENTAX ImageLa palabra “cascada” tiene un número de definiciones. Significa herido, aporreado en pedazos, teniendo sentimientos heridos, aplastados por expectaciones no realizadas.

Jesús mismo nació en una sociedad cascada.

Cuando Cristo vino a la tierra, Israel estaba viviendo bajo el reino aplastante de Roma. Los judíos estaban sobrecargados por impuestos y leyes de Roma. Mientras tanto, un clero avaro se estaba aprovechando de las viudas y los pobres. Los oprimidos eran burlados y ridiculizados, y el pueblo era cegado por la corrupción. Todo esto es la razón por la cual muchos profetas dijeron que Cristo vendría en una hora de oscuridad, trayendo gran luz.

Jesús vino a una sociedad plagada por hipocresía y pecado rampante. Al mirar la condición de la nación, lloró sobre Jerusalén, profetizando que su casa sería desolada. Sin embargo, le dio esa sociedad 70 años más de predicación de la Palabra. Y esos años estarían llenos de testigos ungidos del Espíritu en las calles, realizando milagros, predicando esperanza y arrepentimiento, y haciendo un llamado poderoso al reino. Jesús simplemente no rompería la caña cascada en que Israel se había convertido.

Ahora mismo, ese es un retrato de América: una sociedad completamente cascada en su moralidad. También somos una nación que está deprimida y perturbada, con gente viviendo en temor y agonía mental. Hay muchos más sicólogos, siquiatras, trabajadores sociales y consejeros que en toda la historia, sin embargo, no pueden mantenerse al ritmo de tanta gente rogando por aunque sea una hora de ayuda. Esto es cierto aun en la iglesia: equipos de consejera cristianas a través de la tierra están sobrecargados por la insistencia de la gente necesitando ayuda para sus problemas.

Nuestros hijos están siendo cascados por familias quebrantadas, abuso y violación. Los adolescentes son magullados por la inmoralidad, materialismo y entumecimiento. Satanás ha desatado una oleada de maldad en la tierra, y ha dejado a su paso un pueblo doblado y cascado.

Mucha de la iglesia tiene este mismo espíritu magullado. En carta tras carta, he leído de cristianos secándose en mega-iglesias donde ya no hay predicación sobre el pecado o lo justo. Están confundidos, preguntándose, “¿Dónde puedo encontrar alabanza verdadera?” No hay sentido de la presencia de Cristo aquí. No hay quebrantamiento.” Pastores también escriben, confesando, “Hermano David, he recaído.” El periódico New York Times incluyó una historia de una iglesia Pentecostal de 10,000 cuyo mensaje es, “estamos aquí para hacerlos felices.” Pero ese mensaje está trayendo esperanza falsa y solamente alivio temporero.

“… ni apagará el pábilo que se extingue” (Isaías 42:3). En algún sitio en esta nación, Dios ve los pábilos que arden sin llama. Estos pábilos una vez estaban en llamas, con fervor para sus propósitos y preocupaciones. Pero ahora apenas están humeando.

¿Será que Dios al mirar a América, solo ve una pequeña chispa de devoción?

¿Hay todavía una gente que recuerda al Señor y están dispuestos a adoptar una posición por su nombre? Los pábilos que arden sin llama. ¿Hay todavía un remanente que peleara para reavivar la llama de la justicia del Señor?

El Señor ha dicho, “Si veo un pabilo que todavía arde, no lo apagaré. La llama tal vez se ha ido, sin apariencia de fuego, pero todavía veo rescoldos quemando, no permitiré que se apague. Siempre y cuando oiga un llanto leve de sirvientes fieles en algún sitio, no permitiré que esa caña cascada se rompa.

Dios no se ha dado por vencido de nosotros. Pero el hecho es, estamos viviendo en tiempo tierno de misericordia. Lo veo por todos lados cuando viajo, especialmente en Europa. Ese continente es mucho más secular que los Estados Unidos, una tierra que por su propia decisión se ha convertido en absolutamente impío.

Al caminar por las calles en algunos países, se siente un espíritu de anticristo, de arrogancia hacia Dios.

Suecia es una de las más afluentes naciones Europeas, y mientras más rica crece más apóstata se torna. A la misma vez, la iglesia evangélica se ha tornado más apática en su caminar con Cristo. Irlanda, una nación que por décadas sufrió aplastante pobreza ahora está más próspera. Sin embargo, el clima espiritual allá es también uno de apatía con secularismo filtrándose.

La actitud entera de Europa parece ser, “¿Y que si el juicio viene? Vivamos, comamos, tomemos y seamos felices.” No hay sentido de urgencia, no hay necesidad de Dios.

Creo que el Señor está hablando un mensaje claro para el mundo entero ahora mismo. Él tiene el poder para detener cualquier potencial ataque terrorista en cualquier momento. Meramente solo tendría que decir una palabra y los Ángeles derrocarían cualquier poder malvado. En vez de eso, él ha permitido estas calamidades internacionales, y todas estas son señales que estamos en su tierno tiempo de misericordia.

Considera la ternura del Señor hacia su propia gente.

Hemos visto lo que hizo Jesús cuando se fue a las afueras de Jerusalén: “Grandes multitudes lo siguieron y los curó a todos” (Mateo 12:15). En este breve verso, vemos la realización de la profecía de Isaías, “No quebrara la caña cascada.” (Isaías 42:3)

 La palabra “cascada” tiene un número de definiciones. Significa herido, aporreado en pedazos, teniendo sentimientos heridos, aplastados por expectaciones no realizadas. En mi espíritu siento que hoy mucha de la gente de Dios necesita una Palabra sobre las misericordias tiernas del Salvador, porque ellos mismos se han convertido en cañas cascadas.

Cada semana, cristianos sinceros y devotos van a la iglesia a levantar sus voces y sus manos en alabanza al Señor. Pero muchas de estas mismas personas han sido heridas profundamente y están cerca del punto de ruptura. El fuego en sus corazones se ha disminuido tanto que todo lo que se puede ver en su vida es un poco de humo.

David Wilkerson

CONTINUARA

 

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